Hoy es viernes y eso quiere decir que publicamos nuestro reto, el ¡Ponte a prueba! con el que desde 2016 retamos a las nobles y esforzadas personas que preparan las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura en su siempre temida prueba de comentario con un texto para que lo identifiquen. También se suman muchas veces al ameno acertijo las personas que, por millones en ambos hemisferios, son amantes de nuestra lengua y literatura.
Hoy traemos un texto muy interesante que, a buen seguro, reconocerían en los tribunales pues ha sido materia de selectividad en las dos últimas décadas. Como siempre, se trata de reconocer obra y autor y si ello no es posible, al menos situarlo razonadamente en su época, género y movimiento literario.
Como siempre también, podemos participar escribiendo comentarios en la página de Facebook de opolengua.com (no en la mía personal) hasta el domingo por la noche. Nosotros daremos el lunes la solución del reto y la lista de acertantes.
Y nada más por hoy. Feliz fin de semana. Saludos y ánimo.
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada).
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.