Ponte a prueba 30/2023

Ponte a prueba 30/2023

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Hoy es el último fin de semana de abril. Solo quedan ocho fines de semana para las oposiciones, por lo que ya nos parece que todo el tiempo es poco. Hay que repasar, tomas los últimos temas, repasar los que llevamos, apuntalar los comentarios y finalizar la programación y la unidad. Mucho trabajo y poco tiempo. Pero hoy es viernes y es preciso también algún momento de relajación. Y esto es lo que proponemos cada semana con nuestro ¡Ponte a prueba!, el reto simpático con el que queremos añadir entretenimiento a la utilidad para que quienes preparan las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura en su prueba de comentario dispongan de un crisol en el que probar su competencia literaria. Como siempre, el acertijo está abierto a todas las personas de ambos hemisferios que aman la lengua y la literatura en español.

Este viernes traemos un texto que, inicialmente, puede resultar difícil, pues no pertenece a una obra importante, pero su contenido nos parece tan acorde con el espíritu que anima nuestro tiempo que hemos pensado que un texto así o incluso este mismo que seleccionamos bien podría aparecer el día D en alguna comunidad. Como sabemos, no es fundamental reconocer la autoría (y quizá en este texto sea difícil) sino que basta para hacer un buen comentario con razonar la adscripción del texto a una época, un género y un movimiento determinado tal y como ya hemos indicado en la entrada de esta semana. ¿Serán capaces nuestros seguidores de acertarlo? Estamos expectantes.

Como siempre, puedes participar escribiendo comentarios en la página de Facebook de opolengua.com (no en la mía personal) hasta el domingo por la noche. Las normas del concurso consisten en escribir los comentarios sin leer los anteriores y sin acudir a internet, recurriendo tan solo a nuestra competencia literaria. Nosotros daremos el lunes por la tarde (que es festivo) la solución del reto y la lista de acertantes.

Y nada más por hoy. Feliz fin de semana. Saludos y ánimo.

-Tiranos , ¿por cuál razón (siendo las mujeres de las dos partes del género humano la una, que constituye mitad) habéis hecho vosotros solos las leyes contra ellas, sin su consentimiento, a vuestro albedrío? Vosotros nos priváis de los estudios, por invidia de que os excederemos; de las armas, por temor de que seréis vencimiento de nuestro enojo los que lo sois de nuestra risa. Habéisos constituido por árbitros de la paz y de la guerra, y nosotras padecemos vuestros delirios. El adulterio en nosotras es delito de muerte, y
en vosotros, entretenimiento de la vida. Queréisnos buenas para ser malos, honestas para ser distraídos. No hay sentido nuestro que por vosotros no esté encarcelado; tenéis con grillos nuestros pasos, con llave nuestros ojos; si miramos, decís que somos desenvueltas; si somos miradas, peligrosas, y, al fin, con achaque de honestidad, nos condenáis a privación de potencias y sentidos. Barbonazos, vuestra desconfianza, no nuestra flaqueza, las más veces nos persuade contra vosotros lo propio que cauteláis en nosotras. Más son las que hacéis malas que las que lo son. Menguados, si todos sois contra nosotras privaciones, fuerza es que nos hagáis todas apetitos contra vosotros.
Infinitas entran en vuestro poder buenas, a quien forzáis a ser malas, y
ninguna entra tan mala a quien los más de vosotros no hagan peor. Toda vuestra severidad se funda en lo frondoso y opaco de vuestras caras, y el que peina
por barba más lomo de jabalí, presume más suficiencia, como si el solar del seso fuera la pelambre prolongada de quien antes se prueba de cola que de juicio. Hoy es día en que se ha de enmendar esto, o con darnos parte en los estudios y puestos de gobierno, o con oírnos y desagraviarnos de las leyes establecidas, instituyendo algunas en nuestro favor y derogando otras que nos son perjudiciales.