Mantener la moral alta es algo decisivo en las oposiciones de Lengua

Mantener la moral alta es algo decisivo en las oposiciones de Lengua

Opositor embarcado. Oposiciones de Lengua.
Photo by Andrew Neel on Unsplash

La importancia del temario, la prueba práctica y la programación

Al preparar las oposiciones de Lengua, a menudo ponemos el énfasis en los apartados que afectan directamente al examen: la preparación del temario, del ejercicio práctico ( comentarios de texto, supuestos prácticos, aplicaciones didácticas, etc.) y de la programación, unidad didáctica o situación de aprendizaje. Y es normal. Es evidente que sin tener bien preparados estos apartados no podremos obtener la plaza. Si nuestro barco no tiene velas, difícilmente nos va a impulsar el viento. Pero no olvidemos nunca que es la moral lo más importante.

Lo fundamental en las oposiciones es el apartado anímico

Sin embargo, como todos sabemos, lo más importante en las oposiciones (y en la propia vida) no es esto, sino nuestro estado de ánimo. Obtener la plaza en las oposiciones de Lengua supone un esfuerzo de meses, incluso años y solo hay una manera de conseguirlo: mantener el mismo nivel de trabajo durante ese tiempo. Y es el elemento emocional y afectivo el que nos permite esforzarnos al máximo para de esta forma alcanzar las metas. El elemento anímico es el alimento fundamental de nuestro estudio. Para hacer frente a la travesía no solo hacen falta las velas y el timón, sino también las provisiones de la misma forma que para ganar una guerra, no solo hacen falta armas y municiones sino alimento y moral en la línea del frente. 

Cada oposición es un mundo

Cada oposición es un mundo. No es lo mismo la oposición de registradores de la propiedad que la de inspector de Hacienda, ni tampoco la de los bomberos o la Policía Nacional. Cada oposición tiene temarios, pruebas, plazas y número de aspirantes diferentes. Eso hace que requiera más o menos tiempo de preparación y por ello, requiere esfuerzos diferentes. 

Las oposiciones de Lengua las aprueba todo el mundo… que persiste

Como siempre decimos, las oposiciones de Lengua las aprueba todo el mundo… a condición de que persista. Esta es una verdad que yo he comprobado desde que en 1992 empecé a preparar yo mismo las oposiciones y vi cómo compañeros míos tardaban algo más que yo (yo tardé seis años, pues en aquellos años era raro que en la Comunidad de Madrid se llegase a las veinte plazas y sin puntos era casi imposible). Unos llegan antes y otros después, incluso pueden pasar seis, ocho y diez años. Pero al final, todo el mundo saca su plaza… si persiste.

¿Cuándo corremos riesgo de abandonar?

La clave, por tanto, es persistir, mantener el esfuerzo durante el tiempo que sea preciso. La clave es, por tanto, no abandonar. La oposición de Lengua, como todas, tiene un alto porcentaje de abandonos. Aproximadamente un 80% de las personas que encaran las pruebas acaban abandonando. Unas personas las dejan porque la vida les impide opositar (cuestiones familiares, laborales, etc.), otras porque la vida les ofrece nuevas salidas vitales durante la travesía y la mayoría las abandona porque acaba considerando que su esfuerzo va a resultar vano y no van a alcanzar la plaza. Ante los dos primeros casos, poco podemos hacer. Pero sí podemos actuar sobre los abandonos voluntarios.

¿Cómo evitar que esto nos ocurra a nosotros?

Lo más importante es garantizar que nuestro esfuerzo es acorde con nuestras verdaderas posibilidades. De nada sirve hacerse un plan de estudio muy ambicioso si cada semana se nos quedan muchas tareas por hacer y el avance siempre está muy por debajo de lo que nos habíamos planteado. Esto solo nos va a conducir a la frustración, a la ansiedad y al final, al naufragio.

Lo más importante es un plan de trabajo personalizado y realista

Cada persona tiene sus ritmos y sus obligaciones y por eso los planes deben ser individuales. Es fundamental trazarse un plan de trabajo individual que respete el tiempo real que necesitamos para cada cosa, incluyendo, lógicamente, el tiempo destinado a las obligaciones familiares y laborales. Es imprescindible también el descanso. No podemos aguantar meses e incluso años sin mantener un equilibrio entre estudio y descanso. Hay veces que las tareas nos van a absorber e incluso a , pero si no corregimos estos excesos, el final será, sin lugar a dudas, el naufragio. Pero no podemos estar al 120% durante meses. Nosotros recomendamos hacer un sobreesfuerzo cuando ya estamos en las últimas semanas de oposición, como un corredor al hacer el sprint final ante la recta de meta, porque sabemos que tras ese esfuerzo agónico viene el merecido descanso. 

Las primeras semanas en el estudio de las oposiciones de Lengua son decisivas

Una vez hecho el primer plan debemos ponerlo en práctica. Y aquí nos vamos a encontrar, casi seguro, el primer obstáculo. ¡El plan no se cumple! Ante esta situación, hay varias opciones y solo una buena. La primera es no preguntarse por qué no se cumple el plan y no modificarlo. Este es el camino seguro a la pérdida completa del rumbo porque el plan pronto no servirá de nada porque sabremos que es papel mojado y a partir de ese momento nuestro rumbo será impreciso y no sabremos si vamos a llevar al final veinte, treinta o diez temas. Ya no gobernaremos la oposición, sino que serán las circunstancias las que nos gobiernen. La segunda es frustrarse porque no se cumple e ignorarlo, con las mismas consecuencias que hemos dicho.

Atender a nuestras sensaciones 

Durante estas primeras semanas es fundamental que atendamos a varios elementos. ¿Cómo estamos sobrellevando los sacrificios que la oposición comporta? Seguramente hemos renunciado a otras actividades para hacer hueco al estudio.  ¿Nos frustra en exceso? ¿Lo estamos encajando bien? ¿Nos agobia la situación? ¿Cómo dormimos? Este apartado hemos de superarlo focalizando los aspectos positivos de la preparación, aquellos elementos que nos ayudan a crecer como personas. 

Tener datos objetivos de nuestros avances

Es también muy importante tener datos objetivos sobre nuestros avances. Convertir la oposición en algo medible de forma empírica nos va a ayudar a darnos cuenta de que nuestro avance es real y por tanto, nos va a demostrar que, poco a poco, nos acercamos a la meta: la plaza. 

La adaptación del plan a nuestra verdadera situación

Teniendo en cuenta todos estos elementos, debemos adaptar ese plan que ha fallado a nuestras verdaderas circunstancias y en este sentido es muy importante asumir nuestra verdadera situación. Esto es algo que a muchas personas les cuesta trabajo. Solo tengo dos horas diarias de estudio más algo más de tiempo los fines de semana. ¿Qué puedo hacer? Lo primero es asumirlo. Lo segundo, tomar decisiones. Adaptar el plan a esa realidad, sabiendo (como ya sabemos tras varias semanas de estudio) cuánto tiempo nos cuesta cada apartado de la preparación (y por eso es tan importante tener elementos cuantificables de nuestro esfuerzo).

Mantener alta la moral en las oposiciones de Lengua

Lo fundamental es mantener siempre la moral alta y eso solo proviene del convencimiento íntimo de que al final, pase lo que pase, aunque nos vayan asaltando dificultades, acabaremos alcanzando la plaza. Para eso el esfuerzo debe ser el que realmente podemos realizar, ni más ni menos. Si contravenimos esa norma, naufragaremos de la misma forma que si ante un viento desmesurado sacamos demasiada vela. Lo que ocurrirá es que el viento romperá los palos y desarobolado el barco, navegaremos a la deriva y, probablemente, el naufragio será inevitable. 

Reaccionar con rapidez

Es muy importante reaccionar ante las necesidades que advertimos de modificar el plan (bien sea porque tenemos menos tiempo real para las oposiciones del que creíamos inicialmente o bien captamos los primeros síntomas de desánimo (y eso querrá decir probablemente que el tiempo de descanso ha de ser mayor). Lo que no podemos hacer bajo ningún concepto es dejar que la situación se pudra. Si el viento cambia, debemos modificar rápidamente la disposición de las velas e incluso cambiar el rumbo para llegar al mismo sitio aunque esa haciendo zig-zag. 

¿Cómo nos planteamos estos elementos en Opolengua?

Yo siempre me he planteado este elemento de forma primordial. Desde que empecé a preparar presencialmente en 1999 me he preocupado de facilitar y supervisar planes de estudio personalizados dando al elemento afectivo el espacio que merece y ayudando a los opositores a gestionar todos los aspectos de su vida. 

¿Cómo anotamos nuestros avances?

En Opolengua tenemos una herramienta a la que llamamos HC (Hoja de Control) que es un archivo en el que señalamos:

  1. Registro de repasos semanales de cada tema 
  2. Registro de los autocontroles realizados de cada tema (los autocontroles son unos test como los de las autoescuelas que se realizan de forma autóoma por el opositor y le dan una calificación del tema).
  3. Registro de los exámenes de simulacro realizados.
  4. Plan de estudio semanal y anual personalizado. 
  5. Registro de todas las tareas realizadas.

Esta herramienta es cumplimentada por el opositor y revisada por mí cada semana de forma que sabemos ambos en qué situación nos encontramos y podemos tomar decisiones en este sentido.

¿Cómo prevemos y tratamos los elementos afectivos?

Nuestro curso tiene una serie de videos en los que tratamos de forma clara y sencilla acerca de los problemas vitales y personales que acucian a las personas que preparan las oposiciones de Lengua. En estos videos tratamos del equilibrio entre oposiciones y trabajo en el instituto, del necesario equilibrio entre la vida familiar y las oposiciones o de la mejor forma de encarar la angustia o el fracaso. Obviamente, son muchos los envíos de correos y conversaciones personales las que mantenemos con quienes nos las piden. Hay opositores que nunca van a necesitar una comunicación de este tipo (y eso es una bendición para ellos). Pero hay otras personas que van a necesitar más de una comunicación al día (y como bien saben quienes preparamos) y la tienen (puedes verlo en los testimonios de los opositores, por ejemplo en este de Verónica Prezioso. Tener esa seguridad del trato personal y constante es también muy importante en las oposiciones. 

Curso-de-estudio-Opolengua-3-Los-problemas-del-estudio
Mantenemos la moral alta ante las oposiciones es fundamental y para esto están estos videos y el trato constante.

Contigo siempre

La idea es, al final, estar siempre a disposición del opositor. Por eso nuestro lema es ”Contigo siempre”. Esta es la gran ventaja de estar en excedencia y dedicarnos de lleno a las oposiciones. Hemos perdido la plaza en nuestro instituto del alma, el IES Francisco Javier de Uriarte en el que hicimos estos dos blogs con muchos materiales y clases en vivo que puedes usar para inspirar tu programación: la Bitácora y lahispaniola.es (aunque lógicamente, seguimos teniendo trato con compañeros, que son amigos, del Departamento de Lengua y del Equipo Directivo), pero queremos vivir la oposición con la misma pasión e intensidad que todas las personas que preparamos con la intención de servirles de referente y guía.

Una plaza es para ti

Nuestro objetivo es hacer realidad nuestro otro lema. Una plaza es para ti. Como yo digo siempre: cuando salgan las plazas, descuenta una de la convocatoria. Esa es la tuya. Y con fe, rigor y determinación, la conseguirás. Por supuesto que sí. Una plaza es para ti.