Hoy es lunes y comenzamos una nueva semana de trabajo con la solución de nuestro reto de fin de semana: el ¡Ponte a prueba!, el sencillo acertijo con el que desde 2015 queremos acompañar en su travesía a las persistentes y esforzadas personas que preparan la prueba de comentario de texto de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura.
El viernes decíamos que habíamos elegido un texto que bien podría aparecer en las oposiciones de 2024 y 2025. Y así era, pues su autor ha aparecido en numerosas ocasiones, sobre todo a través de sonetos, en las convocatorias de nuestra área, sobre todo en las de los últimos años. No era, sin embargo, un texto sencillo, pues no era uno de sus conocidos sonetos, que es lo que usualmente se ha seleccionado de su producción para plantearlo en los exámenes. Y nuevamente se ha demostrado que nuestros seguidores podrían enfrentarse al texto y sacar adelante un buen comentario. Así, San BG ha señalado el tópico que aparece en el texto. Eva López Santuy y Natalia de la Iglesia lo han ubicado correctamente en el Barroco y Lydia P García ha indicado acertadamente su autoría. ¡Enhorabuena a todas ellas y ojalá que el día D tengan la misma fortuna!
Y es que, efectivamente se trataba del “Salmo IX” de don Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645), incluido en su Heráclito cristiano y segunda harpa a imitación de la de David (1613), más conocido simplemente como Heráclito cristiano.
Y nada más por hoy. Mañana volveremos con nuestra entrada de fondo. Saludos y ánimo.
Cuando me vuelvo atrás a ver los años
que han nevado la edad florida mía;
cuando miro las redes, los engaños
donde me vi algún día,
más me alegro de verme fuera dellos
que un tiempo me pesó de padecellos.
Pasa Veloz del mundo la figura,
y la muerte los pasos apresura;
la vida fugitiva nunca para,
ni el Tiempo vuelve atrás la anciana cara.
A llanto nace el hombre, y entre tanto
nace con el llanto
y todas las miserias una a una,
y sin saberlo empieza la Jornada
desde la primer cuna
a la postrera cama rehusada;
y las más veces, ¡oh, terrible caso!,
suele juntarlo todo un breve paso
y el necio que imagina que empezaba
el camino, le acaba.
¡Dichoso el que dispuesto ya a pasalle,
le empieza a andar con miedo de acaballe!
Sólo el necio mancebo,
que corona de flores la cabeza,
es el que solo empieza
siempre a vivir de nuevo.
¡Dichoso aquel que Vive de tal suerte
que el sale a recibir su misma muerte!