El repaso es la clave del éxito en las oposiciones de Lengua

El repaso es la clave del éxito en las oposiciones de Lengua

Repaso garantía éxito oposiciones Lengua. Opolengua.
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El repaso es uno de los elementos fundamentales del Método de Estudio Opolengua. Todo nuestro Método de Estudio está orientado al dominio completo y total del temario entero. Esto es lo que explica que muchas personas alcancen notas muy altas en los temas. Esto es lo que explica que, en las oposiciones vascas 2023, cuyas notas salieron ayer, nuestras opositoras hayan obtenido en el ejercicio teórico dos 10 y un 9,85. Esto se ha concretado en dos plazas. Esto se repite convocatoria tras convocatoria en toda España. 

Las dificultades del repaso

A la vez, el repaso es la mayor fuente de ansiedad en los opositores. Justamnte por esta razón hay muchos opositores que evitan el repaso como la peste y lo arrinconan. A nosotros nos llegan muchas dudas sobre los repasos y por ello uno de nuestros vídeos titulado “Los elementos más difíciles del estudio” dedica una gran parte de su contenido a la mejora del repaso. Aquí desarrollamos alguna de sus ideas.  Como se trata además de un tema fundamental, dedicaremos una entrada de nuestro consultorio, esta misma semana, también al tema del repaso. 

Primavera: tiempo de repasos

Estamos ya en primavera. Llega la Semana Santa y es tiempo de repasos. De hecho, el elemento más importante en las oposiciones (y en la vida) son los repasos; es decir, el proceso según el cual conseguimos que algo que ha ocupado nuestra memoria en un momento determinado, no desaparezca de la misma. Esto lo hacemos a diario con multitud de cosas, desde cómo se meten las marchas de un coche hasta abrir una cerradura o leer. Estos son procesos que aprendemos de memoria y se mantienen en el cerebro gracias a que hacemos uso de ellos constantemente; es decir, se repasan. 

El repaso es más sencillo con ideas bien ordenadas

Igual ocurre con ideas. No olvidamos en qué consiste una guerra o cómo se llaman nuestros familiares. También son ideas o palabras que quedan ancladas en nuestra memoria. De las experiencias que extraemos de la vida cotidiana podemos aplicar grandes enseñanzas para las oposiciones. La organización de las ideas (por ejemplo, las marchas de un coche van ordenadas para facilitar su memorización), la asociación de ideas o de las emociones al recordar nombres (pasa con los de los familiares o con los títulos de nuestras obras favoritas) son evidencias que podemos y debemos aplicar al estudio del temario. 

El repaso nos facilitará toda nuestra carrera docente

Y la experiencia también nos dice que cuando una idea no se refresca, se va marchitando hasta secarse. Esa es la realidad humana. Justamente eso es lo que hay que evitar porque de ello depende no ya el triunfo en las oposiciones, sino en toda nuestra carrera docente. Yo puedo decir que jamás me he preparado una clase teórica de ESO o Bachillerato por la sencilla razón que desde 1994 hasta 1998 yo llevaba todos los temas del temario y los repasaba todas las semanas. Después de hacer esto cinco años seguidos es muy difícil que tengas que preparar teóricamente una clase. Si acaso echar un vistazo a algún concepto para refrescarlo mejor. Y no olvidemos una cosa: la disciplina en la clase comienza con un profesor que es percibido por sus alumnos como alguien que domina su materia.

Nuestro Método de Repasos llama a este proceso el riego de nuestra heredad

Hay muchas formas de establecer los repasos. Algunas personas aparcan durante semanas los temas que van estudiando y luego en un periodo determinado solo se dedican a repasar. Luego estudian otros temas más y hacen otro parón para repasar y así sucesivamente. Yo creo que nuestro método es mejor: nos hace ahorrar tiempo y esfuerzo y nos garantiza un mayor dominio final del temario con menor coste temporal y anímico, ya que no dejamos que el tema se nos olvide. Y si los dejamos sin repasar, se nos olvidarán seguro. Como decimos en nuestro vídeo de nuestro Método de Repasos (registrado en la propiedad intelectual) eso es como arar un campo para sembrarlo y cuando ya han salido las flores irnos a otro campo (otro tema) y dejar que el otro se nos marchite. Por eso nosotros en nuestro método, llamamos al repaso la Fase de Riego. 

Los repasos son la verdadera garantía del éxito

Nosotros en Opolengua, damos una gran importancia a los repasos, porque son la verdadera garantía del éxito. Ten en cuenta que solo podemos hacer un buen comentario si dominamos el tema del que trata el texto. Y en realidad, solo podemos hacer una buena unidad didáctica, si dominamos el tema del que trata. Y nuestro método, llevado a rajatabla o personalizado por cada opositor según sus necesidades y carácter, justamente está orientado a hacer de los repasos la piedra angular del éxito.

¿Cómo deben ser los repasos?

Lo primero que debemos decir de los repasos es que deben hacerse semanalmente, sí o sí. El repaso semanal es la mejor manera de refrescar las ideas. Y para que se haga llevadero y por tanto se repita con facilidad, el repaso obligatoriamente ha de ser rápido. Lo normal es que una persona dedique en torno a una hora al repaso de cada tema. Esto es muchísimo tiempo. Lo que nos va a ocurrir es que cuando llevemos unos veinte o veinticinco temas será muy difícil que los repasemos una vez por semana y además el momento del repaso se convertirá en una tortura, generando ansiedad y cansancio aún antes de realizarlo. Solo un repaso rápido, que esté en torno a los quince minutos, va a hacer posible que repasemos todos los temas todas las semanas porque nuestro cerebro lo aceptará mejor que si espera una tarea ardua y pesada.

El repaso se prepara en la estructura del tema

Yo diseñé el temario de Opolengua a partir de esquemas. Entre 1994 y 1997, durante cuatro años, yo estudiaba solo con esquemas y notas sacadas de libros y de la carrera. No tenía ni un solo tema redactado y todo mi estudio era oral, hablado en voz alta. Eso sí, repitiendo al estudiar y en los repasos las mismas estructuras sintácticas y los ejemplos, como si yo fuera un juglar, de forma que poco a poco en mi memoria cada idea tenía siempre la misma forma, como si fuera un tópico literario. Lógicamente, podemos memorizar ideas que no comprendamos, pero es muchísimo más lento y costoso. La memorización siempre va detrás de la comprensión total. De hecho, muchas veces los fallos de memorización de una idea se producen por fallos en la comprensión de la misma. 

Lo primero es comprender y dominar completamente el contenido del tema

Esto partía de mi experiencia política de hablar en público partiendo de unas pocas notas. A mí me da pena y vergüenza ajena ver a los políticos actuales leer (y no hablar) en el parlamento sus propias ideas. ¡Y se dicen parlamentarios y ni siquiera dominan sus propias ideas! Yo me hacía simplemente los esquemas de los temas y a partir de ellos explicaba los temas en voz alta y así estudiaba, como un actor o un juglar. La sistematización rigurosa de ese proceso es el Método de Estudio Opolengua, que patentaría después. Fue después, en 1998, al comprarme mi primer portátil cuando decidí, por repasar precisamente, convertir cada esquema en un tema escrito. Por ello, la estructura de nuestros temas parte, precisamente, de los repasos. Y, por eso, los facilita.

El repaso de un tema de oposiciones debe durar en torno a quince minutos

Efectivamente, nuestro método consigue que dos repasos de un tema se hagan en quince minutos o incluso en menos. ¿Cómo es eso posible? Pues porque no repasamos las ideas enteras, sino que debemos conseguir que cada una de ellas sea evocada en un solo instante. Solo hay una forma de conseguir eso: que la idea haya sido comprendida completamente con lentitud y fuerza suficiente como para que al ver su contorno básico seamos capaces de reconstruir la idea de nuevo. Es decir, si yo digo rojo-amarillo-verde, muy probablemente todos los que me están leyendo lo asociarán a un semáforo. Nuestro método de estudio consigue que ese proceso se automatice, de forma que, al repasar, todo sea mucho más sencillo. Y solo con repasos rápidos nuestro cerebro no pensará: ¡menudo rollo me espera hoy: ¡repasar! 

El repaso de los temas de oposición debe ser divertido

El repaso, además, ha de ser ameno, divertido. Yo tenía un truco para esto y era convertirlo en una prueba de velocidad y destreza contra mí mismo; o mejor, dicho, contra mis registros de la semana anterior. Yo me apuntaba cada semana los fallos que tenía en los repasos de cada tema y el tiempo que había invertido. Y a la semana siguiente, al tomar ese mismo tema, intentaba al menos igualar ese registro. Me ponía el cronómetro en marcha y a volar. Iba repasando echando un ojo al cronómetro e intentando que segundos y fallos fueran menos que el sábado anterior.  De aquí es de donde surgió nuestra HC, el archivo de control de la oposición que yo empecé a usar de forma informática con mis opositores en forma embrionaria en 2003 y tal y como es ahora en 2008; es decir, llevamos con HC veintiún años.

El repaso debe ser sereno 

 Una cuestión fundamental en el repaso es que este sea sereno. Hay que huir del agobio y la mayor parte de las veces este viene de la búsqueda de la perfección desde el primer día. Es absolutamente normal que un tema que estudiamos la primera semana sea olvidado poco a poco, semana a semana. No es lo mismo cuando lo estamos estudiando (y por tanto, repasándolo una y otra vez durante unos cuantos días) a dejar de hacer ese proceso y refrescarlo una vez a la semana. Lógicamente, algo se va a perder. Para eso está el repaso precisamente, para evitar que se pierda del todo. Si nosotros hacemos el repaso poniendo los cinco sentidos y empleando el método entre las dos pasadas, los fallos van a ir bajando paulatinamente. Le ha ocurrido a centenares de personas que hemos preparado y también te pasará a ti.

El repaso debe ser confiado

Confía porque es así. Tienes semanas y semanas de repaso. No te agobies si tienes muchos fallos. Mejorarás en las decenas y decenas de semanas que te quedan hasta el día D. Se trata de ir buscando anclajes en las ideas que fallamos (y que suelen ser las mismas). Con inteligencia, serenidad y nuestro Método de Repasos Opolengua lo podemos conseguir.  Cada día que te enfrentes al repaso, piensa en todas esas personas que no repasan y que no se saben los temas como tú. Quítate presión pensando en ellas. Afronta el día D como un momento en el que vas a brillar. Si te sale bola, te vas a salir del mapa. Ese tiene que ser tu pensamiento.

La excelencia demostrada de nuestro Método de Estudio Opolengua

Y es que una idea fundamental a tener en cuenta es que debido al dominio total sobre los temas que tiene una persona que sigue nuestro método (lo que nos permite escribir tres mil palabras), aun olvidando el 20% de las ideas, escribiremos 2400 palabras y todavía haremos un tema mejor que el de una persona que no sigue nuestro método. Nosotros al 80% de nuestra capacidad lo haremos mejor que el 90% de nuestros adversarios al 100%. Esto está también demostrado año tras año. Tener esto bien claro también es muy importante porque nos permitirá afrontar los repasos y el propio día D con tranquilidad y confianza. Y eso es fundamental.

Una plaza es para ti

Por todas estas razones, debemos afrontar el proceso de las oposiciones con tranquilidad. Vamos a llegar bien preparados, vamos a llegar dominando perfectamente los temas que llevemos y vamos a brillar el día D. Esa es la idea que tiene que iluminar nuestro estudio y nuestro repaso. El día D es justamente el día en que vamos a demostrar lo bien que nos sabemos los temas. Ese va a ser un paso decisivo para alcanzar la plaza. ¡Vamos a por ella!