Hoy comienza la Semana Santa y hacemos un acertijo un tanto especial, pues no daremos su resultado hasta el día 2 de abril de 2018. Como siempre traemos a nuestro blog un texto para que los opositores puedan probar su preparación e imaginar qué harían si les apareciera el día D en las oposiciones de Lengua castellana y literatura.
Hoy traemos un texto que apareció en su día en las oposiciones por lo que es una buena prueba para testar nuestra preparación. Si no fuéramos capaces de señalar su obra y autor, resultaría importante acertar la época y el movimiento literario de forma que nuestro comentario llegue a conclusiones acertadas.
Aquí va el texto. Ya sabéis que podéis participar en el acertijo a través de nuestra página de Facebook y que, como hemos indicado, las soluciones se darán (también en nuestra página) el lunes 2 de abril..
Ave María gloriosa,
Virgen Santa preçiosa
cómo eres piadosa
todavía.
Graçia plena, sin mançilla,
abogada,
por la tu merçed, Señora,
fas esta maravilla,
señalada,
por la tu bondad agora
goárdame toda hora
de muerte vergoñosa,
porque loe a ti, fermosa,
noche e día.
Dominus tecum:
estrella resplandeçiente,
melesina de coydados,
catadura muy bella,
relusiente,
sin mansilla de pecados,
por los tus gosos preçiados
te pido, virtuosa,
que me guardes, limpia rosa,
de foylía.
Benedicta tu,
honrada sin egualança,
siendo Virgo conçebiste,
de los ángeles loada
en altesa;
por el fijo que pariste,
por la graçia que oviste,
¡O bendicha fror e rosa!
Tú me guarda, piadosa,
et me guía.
In mulieribus
esscogida Santa Madre,
de christianos amparança,
de los santos bien servida;
et tu Padre
es tu fijo sin dubdança;
¡O virgen, mi fiança!
De gente maliçiosa,
cruel, mala, soberbiosa
me desvía.
Et benedictus fructus:
folgura et salvaçión
del linage humanal,
que tiraste la tristura,
e perdimiento,
que por nuestro esquivo mal
el diablo susio tal
con su obla engañosa
en cárçel peligrosa
ya ponía.
Ventris tui:
santa flor non tañida,
por la tu grand santidad
tú me guarda de errar,
que en mi vida siempre siga
en bondad,
que meresca egualdad,
con los santos, muy graçiosa,
en dulçor maravillosa,
¡O María!