Como cada lunes, publicamos hoy la solución de nuestro acertijo de fin de semana con el que intentamos ayudar a los opositores de Lengua castellana y literatura para que se prueben su capacidad de reconocer obras señaladas y no tan señaladas de nuestra literatura, con la finalidad de preparar la prueba de comentario de nuestras oposiciones.
La obra elegida para esta ocasión tiene una historia larga. Como sabemos, en la literatura renacentista y barroca el concepto de imitatio era un principio bastante extendido en el arte. Es decir, los autores imitaban sin empacho en el convencimiento de que parecerse al modelo clásico no era negativo sino positivo. Se trataba de imitar enriqueciendo la obra anterior. Es este el sentido con el que el autor elegido, toma un famoso poema de Garcilaso y lo imita. Es más, el poema tampoco era original del poeta toledano, sino que este lo había tomado del propio Petrarca. Quevedo también se sumaría a esta serie de poemas con un soneto con el mismo motivo.
AsÍ pues cabía la posibilidad de confundir un soneto con otro, pero para acertar plenamente había que indicar que el poema era de Lope de Vega y pertenecía e sus Rimas (1614). Por tanto, hay que dar la enhorabuena a Andrea Marca, que acertó al autor.
Y nada más por hoy. Os deseamos una feliz semana de estudio y os emplazamos el miércoles a nuestro artículo de fondo y el viernes a una nueva edición de nuestro ¡Ponte a prueba! Saludos y ánimo.
Cuando me paro a contemplar mi estado,
y a ver los pasos por donde he venido,
me espanto de que un hombre tan perdido
a conocer su error haya llegado.
Cuando miro los años que he pasado,
la divina razón puesta en olvido,
conozco que piedad del cielo ha sido
no haberme en tanto mal precipitado.
Entré por laberinto tan extraño,
fiando al débil hilo de la vida
el tarde conocido desengaño;
mas de tu luz mi escuridad vencida,
el monstro muerto de mi ciego engaño,
vuelve a la patria, la razón perdida.