Hoy ya es viernes, y se inicial el fin de semana, ese en el cual los opositores pueden situar su día descanso semanal, tal y como recomendamos pues no es bueno no tener ni un día libre de estudio. Y por ello, publicamos un nuevo acertijo con la finalidad de servir de pasatiempo ligero y descanso a las personas que preparan las oposiciones de Lengua castellana y literatura. Como sabemos, se trata de situar en su obra, época, movimiento, género y autor.
La obra de hoy es una incógnita para mí y no sé verdaderamente si resultará muy fácil o muy difícil. En mi infancia era una obra bastante conocida, pero creo (este concurso nos lo dirá) que en la actualidad es mucho menos leída o representada.
Como siempre, se puede participar en la página de Opolengua en Facebook hasta el domingo por la noche indicando alguna de las incógnitas señaladas antes. Como siempre, el lunes por la tarde publicaremos la solución y los nombres de las personas que hayan acertado. Feliz fin de semana.
(Al levantarse el telón están en escena el CONDE DON NUÑO, MAGDALENA su hija, DOÑA RAMÍREZ su dueñ, BERTOLDINO un joven juglar, LORENZANA, ALDANA, OLIVA, varios Escuderos y todas las mujeres que componen la servidumbre del castillo, dos FRAILES y dos PAJES. El CONDE en un gran sillón, cerca de la lumbre, presidiendo el cotarro, y los demás formando artístico grupo y escuchando a BERTOLDINO, que en el centro de la escena está recitando una trova.)
NUÑO:
(A BERTOLDINO muy campanudamente.)
Ese canto, juglar, es un encanto.
Hame gustado desde su principio,
y es prodigioso que entre tanto canto
no exista ningún ripio.
MAGDALENA
Verdad.
NUÑO:
(ABERTOLDINO.)
Seguid.
BERTOLDINO
(Inclinándose respetuoso.)
Mandad.
NUÑO:
(Enérgico, a varios que cuchichean)
¡Callad!
BERTOLDINO
Oíd.
(Se hace un gran silencio y recita enfáticamente.)
Los cuatro hermanos Quiñones
a la lucha se aprestaron,
y al correr de sus bridones,
como cuatro exhalaciones,
hasta el castillo llegaron.
¡Ah, del castillo! -dijeron-.
¡Bajad prestó ese rastrillo!
Callaron y nada oyeron,
sordos sin duda se hicieron
los infantes del castillo.
¡Tened el puente tenedlo!
Pues de no hacello, ¡pardiez!
antes del primer destello
domaremos la altivez
de esa torre, habéis de vello…
Entonces los infanzones
contestaron: “¡Pobres locos!…
para asaltar torreones,
cuatro Quiñones son pocos.
¡Hacen falta más Quiñones!
Cesad en vuestra aventura,
porque aventura es aquesta
que dura, porque perdura
el bodoque en mi ballesta…
Y a una señal, dispararon
los certeros ballesteros
y de tal guisa atinaron
que por el suelo rodaron
corceles y caballeros.
(Murmullo de aprobación.)
Y según los cronicones
aquí termina la historia
de doña Aldonza Briones,
cuñada de los Quiñones
y prima de los Hontoria.
(Nuevos murmullos.)