Comenzamos el año con una nueva entrada de nuestro concurso “¡Ponte a prueba!”, que puede servir para entretenerse y a la vez preparar la prueba de comentario de las oposiciones de Lengua castellana y literatura.
Hoy traemos un texto por el que yo siento especial cariño pues fue la primera obra de teatro a la que me llevó mi gran profesora de Literatura del colegio Montserrat, Pilar González, en 3º de BUP. Me encantó la representación y allí inicié uno de mis placeres: la asistencia a representaciones teatrales.
Como siempre, se trata de identificar autor y obra, y en su defecto, el género, la época y el movimiento literario de la misma, que son muy importantes porque nos ayudan a orientar el contenido del comentario adecuadamente.
Como siempre, se pueden enviar las respuestas hasta el domingo por la noche en el enlace que aparece en la página de Opolengua en Facebook. Como siempre, el lunes por la tarde publicaremos la solución y los nombres de las personas que hayan acertado.
Campo muy cerca casi dentro de la ciudad. La luz de un sol pálido, tamizada por algunas nubes, envuelve las zonas arboladas y los edificios destruidos. Se oye el canto de los pájaros y los motores y las bocinas de los escasos coches que van hacia las afueras.
(Por entre las trincheras y los nidos de ametralladoras pasean Luis y su padre.)
Don Luis.- Aquello era el hospital clínico. Fíjate cómo ha quedado.
Luis.- Esto es una trinchera,¿no?
Don Luis.- Claro. Te advierto que quizá sea peligroso pasear por aquí. Toda esta zona estaba minada.
Luis.- Pero ya lo han limpiado todo. Lo he leído en el periódico. ¿Sabes, papá? Parece imposible… antes de la guerra, un día, paseamos por aquí Pablo yo… hablábamos de no sé qué novelas y películas… De guerra. ¿Sabes? Y nos pusimos a imaginar aquí una batalla… jugando, ¿comprendes?
Don Luis.- Sí, sí…
Luis. Y los dos estábamos de acuerdo en que aquí no podía haber una guerra. Porque esto, la Ciudad Universitaria, no podía ser un campo de batalla… y a los pocos días, fíjate.
Don Luis.- Sí, se ve que todo puede ocurrir… Oye, Luis, yo quería decirte una cosa… es posible que me detengan…
Luis.- ¿Por qué, papá?
Don Luis.- Pues… no sé… pero están deteniendo a muchos… Y como yo fundé el sindicato… Y nos incautamos de las bodegas…
Luis. Pero ¿eso qué tiene que ver? Era para asegurar el abastecimiento a la población civil… Era un asunto de trabajo, no de política. Y aunque lo fuera: el Caudillo ha dicho que los que no tengan las manos manchadas de sangre…
Don Luis.- Ya, ya… Si a lo mejor no pasa nada… pero están deteniendo a muchos, ya te digo, por cosas como esa… Yo lo que quería decirte, precisamente, es que no te asustarás… Creo que hacen una depuración o algo así…
Luis.- ¿Y eso qué es?
Don Luis.- Pues… todavía no se sabe bien… llevan a la gente a campos de concentración.
Luis.- ¿Como los de las últimas quintas?
Don Luis.- Sí, algo así. Pero por estas cosas supongo que, al fin, acabarán soltándonos…