A menudo me llegan correos de opositores que se preguntan cuánto tiempo es preciso estudiar para obtener la plaza en las oposiciones. ¿Un año es suficiente? ¿Dos? La mayor parte de las personas, al embarcarse en las oposiciones, piensan en años, ya que la mayoría de las personas tomamos nuestras decisiones pensando en años. Por ejemplo, ¿cuántos años nos durará un coche? o ¿cuántos años tardaré en pagar una hipoteca? Pero esta no es la manera correcta de abordar la cuestión de las oposiciones por diferentes razones.
La oposición es un largo camino
Podemos comparar la oposición con una enorme travesía marítima o terrestre. Un viaje en velero a un puerto de América o una larguísima caminata hasta Pekín. ¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar? ¿Cuántos días? ¿Cuántos años? Dependerá de mil factores, pero de uno esencial: de la velocidad a la que nosotros avancemos. Si navegamos o caminamos cada día cuatro horas diarias, obviamente habremos completado en cinco días veinte horas. ¿Pero qué ocurre si otra persona navega diez horas diarias? Pues, obviamente, que en dos días habrá hecho las mismas veinte horas que nosotros en cinco días. Por otro lado, hay que tener en cuenta que cada persona tiene una velocidad de memorización, de realizar programaciones o de preparar ejercicios prácticos diferente a las demás. Una persona necesita para estudiar un tema veinte horas y otra persona cincuenta. Si la persona que echa las cuatro horas diarias, estudia un tema en veinte horas, necesitará cinco días para cada tema. Si la persona que echa diez, necesita cincuenta horas para estudiar un tema, necesitará también cinco días. Como vemos, todo es relativo.
Cada año la oposición es diferente
Además, ni la navegación ni el puerto de llegada son las mismas en cada convocatoria. Cada año pueden alcanzar el puerto un número limitado de embarcaciones. Las que llegan primero. Las que llegan después a ese nivel, deben esperar a la convocatoria siguiente. Así pues, el número y calidad de las embarcaciones que buscan el mismo objetivo y las condiciones de navegación son fundamentales. No es lo mismo que a una oposición de quinientas plazas se alisten mil embarcaciones a que haya seiscientas. No es lo mismo que durante el proceso de estudio o navegación se dé una pandemia a que no se dé. No es lo mismo que el examen sea de una forma o cambie. Es decir, cuando hablamos de oposiciones siempre hay que recordar que cada oposición es diferente. No es lo mismo la oposición a registrador de la propiedad que la de Lengua Castellana y Literatura (siempre con ofertas masivas) o la de Filosofía (por citar una especialidad que oferta muy pocas plazas). Y cada año es diferente. No es lo mismo que convoquen centenares de plazas de nuestra especialidad a que sean unas pocas decenas.
¿Y entonces cuántas horas se necesitan para obtener la plaza por término medio?
Habiendo señalado ya lo relativo que es hacer una predicción de este tipo, sí podemos generalizar gracias a nuestra experiencia estudiando y preparando opositores. Lo normal es que una persona estudie un tema entre veinte y treinta horas. Lo normal es que una persona pueda dedicar a la preparación de oposiciones entre veinte y veinticinco horas semanales. Eso quiere decir que lo normal es que una persona se estudie unos dos temas por mes, lo que equivale veinticuatro temas anuales. Esto supone una probabilidad del 87,76% de que nos caiga una bola. Lógicamente esta persona ha de dedicar tiempo a su programación y a la preparación del práctico. En función de cómo lleve estas dos facetas, podrá dedicar tiempo extra para llevar más temas o no. Esto quiere decir que quienes no sacan la plaza pero quedan cerca de llegar a tiempo del puerto de destino, están mucho mejor posicionados para la siguiente oposición que aquellos que saldrán de su puerto base dos años después, sin programación ni ningún tema estudiado.
Prepararse a tope para junio de 2021
La conclusión es que cuanto más avancemos antes obtendremos la plaza. Efectivamente, esto es así. Hay que estudiar, preparar todas las pruebas y afrontar el examen con confianza. Las últimas convocatorias (y la corriente actualmente en Cataluña) demuestran que es más que posible obtener la plaza en un solo año. El hecho de que el 80% de las personas se presenten el Día D sin haberse preparado a conciencia, sin ser corregidos personalmente, sin ser supervisados de manera estrecha, tiene como consecuencia una altísima tasa de suspensos. Es el pago a la mala preparación. Pero eso a la vez supone una gran oportunidad para quien sí se prepara. Quien sale a la mar con un buen barco, con buenas velas y tiene un buen equipo de navegación que le informa constantemente sobre su posición en el mar y sobre cuál debe ser el rumbo a seguir, tiene una ventaja enorme. Eso es lo que explica que sean estas personas quienes alcancen la meta. Y no olvides nunca que tú puedes ser una de ellas.
Saludos y ánimo.