Esta misma semana, gracias a Rafael Nadal, hemos visto otra vez una muestra de valor, esfuerzo y constancia. No es nada fácil llegar dónde él lo ha hecho (hay millones de personas que juegan al tenis en el mundo) y su triunfo tiene unas causas de las que podemos aprender también para nuestras oposiciones. Su tío, Toni Nadal, escribía el pasado 2 de febrero un artículo para El País del que entresacamos unos párrafos que incluyo aquí, pues pueden resultar sugerentes para nuestra preparación. Nos hemos tomado la libertad de adaptar sus enseñanzas al mundo de las oposiciones, como un ejercicio divertido y a la vez, esperemos, inspirador. Ponemos en color azul las palabras de Toni Nadal y dejamos en negro nuestros comentarios.
Mi sobrino tenía la obligación todos los días de estudiar sus oposiciones con buen ánimo
Mi sobrino tenía la obligación, inculcada por mí al principio, asumida por él después, de no quejarse, de entrar en la pista cada día con buen ánimo, de aceptar que las cosas no salen bien de inmediato y de asumir la dificultad tanto física como mental. Él aceptó la exigencia, absolutamente todos los días de todos los años que entrenó conmigo, de entrar con buena cara en la pista, de no romper una raqueta (signo de desánimo), de entrenar más tiempo del previsto, de no quejarse jamás y de pegarle a la bola, cada vez, lo mejor que pudiera. Pero, sobre todo, de entender y aceptar que aunque hiciéramos todo esto, no necesariamente las cosas saldrían bien.
Mi sobrino siempre que podía se ponía a estudiar y cumplía con su plan de estudio superando sus temores y angustias, sin desanimarse e incluso dedicando más tiempo del previsto, poniendo toda su ilusión y asumiendo que incluso así podría fracasar.
Habrá un día en que obtendremos la plaza y eso justificará todos los esfuerzos
Él creció escuchando y, especialmente, asimilando toda una serie de frases que le repetí incansablemente: “Si no eres capaz de derrotar a tu rival, al menos no le ayudes a que él te venza”. “Hacer todo lo que toca no nos garantiza el éxito; no hacerlo, casi con toda seguridad, nos garantiza el fracaso”. “Cuando luchamos en una situación totalmente adversa, casi siempre acabaremos perdiendo; pero habrá un día que conseguiremos darle la vuelta a la situación. Y ese día justificará todos los anteriores”. “Es muy difícil dominar la pelota si tú no eres capaz de dominar tu voluntad”. Todas estas frases, y algunas más, Rafael las interiorizó y las aplicó constantemente.
No estudiar es la garantía del fracaso. Si crees que puedes tener rivales temibles y con ventaja sobre ti en las oposiciones, no facilites su aprobado. Estudia más que ellos. Que nunca quede por ti. Es posible que nos encontremos con una situación complicada, pero si persistimos, es seguro que algún día obtendremos el premio, nuestra plaza. Y esto justificará todos los esfuerzos actuales. Para ello es necesario dominar tu voluntad y a eso has de aprestarte cada día, cada momento de duda o desánimo.
La preparación de las oposiciones es básica
Y volviendo al por qué Rafael se ha escapado a todo esto y es capaz de actuar como actúa, mi respuesta es sencillamente: porque se acostumbró a ello. No concibo otra manera de hacer. Nunca vi en un examen, al menos no me ocurrió a mí, que alguien pudiera contestar aquello que no había estudiado. Mi sobrino se preparó durante muchos años, prácticamente durante toda su vida, para afrontar la dificultad. Por eso, yo fui un entrenador muy exigente, poco complaciente, muy poco dado al halago y, por tanto, consecuente con el camino elegido.
Mi sobrino conquistó su plaza gracias a que estudió durante mucho tiempo y en ese tiempo aprendió a afrontar la dificultad como una parte consustancial de la vida. Eso le hizo crecer como persona hasta ser inasequible al desaliento.
Rafael Nadal tuvo el ejemplo de otros opositores para inspirarse
Independientemente del número de títulos conseguidos, yo he visto antes este espíritu de lucha, esta concentración y esta fe inquebrantable en la victoria en jugadores como Mats Wilander, Björn Borg, Steffi Graf, Arantxa Sánchez Vicario o el mítico Rod Laver, y en otros tenistas con menos éxito deportivo. Lo inquietante es, sin duda, que hoy en día esto sea un hecho excepcional.
La explicación del triunfo de muchos opositores está justamente en que siguieron un camino de fe, de valor, de coraje y de enormes esfuerzos. Ese camino conduce indefectiblemente al triunfo. Lo puedes ver en esta misma página si pinchas en la página de Testimonios o ves el último que nos ha dejado Amparo Blanco Apellániz. Este ha de ser tu camino. Desde ya.
Adaptar estas máximas a las oposiciones
Este camino del mejor deportista español de todos los tiempos supone para nosotros un estímulo y un ejemplo que podemos y debemos aplicar a las oposiciones. También nosotros tenemos que luchar en condiciones adversas y debemos hacerlo con el mejor espíritu, sabiendo que es posible que no alcancemos la victoria a corto plazo, pero sabiendo que si no hacemos lo que debemos, no la alcanzaremos jamás a largo plazo.
¿Por qué voy a obtener mi plaza?
Solo hay un jugador en todo el mundo capaz de ser el número uno. Y juegan millones de personas y decenas de miles son profesionales. Nosotros tenemos una meta más sencilla de alcanzar, una meta que alcanzan todos los que se preparan para ello. Y lo vamos a lograr porque, mientras otros relegan el estudio y abandonan sus temas en rincones perdidos de su cuarto de estudio, nosotros oponemos nuestro sacrificio, nuestra voluntad inquebrantable de obtener la plaza. Y por eso, con toda seguridad, la conseguiremos. Saludos y ánimo.