Hoy es el último fin de semana de enero. Ha sido una semana, como siempre, de intenso trabajo, todos los días de 8 a 13 y de 17,30 a 19,30 horas peninsulares, atendiendo los cursos ya en marcha, preparando nuevos cursos y contestando las peticiones de información de muchas personas que se están planteando ya comenzar su preparación para las oposiciones de Lengua de 2025. Pero por fin llega el viernes y eso quiere decir que es el día de nuestro reto, el Ponte a prueba, el acertijo con el que acompañamos como amable banco de pruebas a las nobles y abnegadas personas que preparan las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura en su prueba más difícil, la del comentario de texto, que debe mostrar la competencia literaria de los aspirantes a través del análisis de un texto. Como siempre, el enigma está abierto a quienes aman nuestra lengua milenaria y su literatura en ambos hemisferios.
La propuesta de la semana
En esta ocasión no traemos un texto que podría aparecer en las oposiciones, sino uno que ya ha aparecido, lo que significa dos cosas, la primera, que es un texto que debemos dominar perfectamente; la segunda es que si ya ha caído, puede volver a caer. Como siempre, se trata de identificar su obra y autoría y si ello es posible, ubicarlo en la propia obra. Si no lo reconocemos, hay que insistir en que podemos realizar un gran comentario de oposiciones si lo adscribimos razonadamente a una época, un género y un movimiento literario.
¿Cómo participar?
Como siempre, podemos participar escribiendo nuestra solución en la página de Facebook de opolengua.com (no en la mía personal) como un comentario hasta el domingo por la noche. Las norma básica es obvia: no utilizar internet para extraer la solución, pues el día D no tendremos más apoyo que nuestras lecturas y conocimientos. El lunes daremos la solución y la lista de acertantes.
Y nada más por hoy. Saludos y ánimo.
GLORIA.-Había hambre, tanta suciedad como ahora y un hombre escondido porque le buscaban para matarle: el jefe de Angustias, don Jerónimo; ¿no te han hablado de él? Angustias le había cedido su cama y ella dormía donde tú ahora… A mí me pusieron un colchón en el cuarto de la abuela. Todos me miraban con desconfianza. Don Jerónimo no me quería hablar porque, según él, yo era la querida de Juan y mi presencia le resultaba intolerable…
ABUELA.-Don Jerónimo era un hombre raro; figúrate que quería matar al gato… Ya ves tú, porque el pobre animal es muy viejo y vomitaba por los rincones, decía que no lo podía sufrir. Pero yo, naturalmente, lo defendí contra todos, como hago siempre que alguien está perseguido y triste…
GLORIA.-Yo era igual que aquel gato y mamá me protegió. Una vez me pegué con la criada esa, Antonia, que aún está en la casa…
ABUELA.-Es incomprensible eso de pegarse con un criado… Cuando yo era joven eso no se hubiera podido concebir… Cuando yo era joven teníamos un jardín grande que llegaba hasta el mar… Tu abuelo me dio una vez un beso… Yo no se lo perdoné en muchos años. Yo…
GLORIA.-Yo, cuando llegamos aquí estaba muy asustada. Román me decía: «No tengas miedo». Pero él también había cambiado.
ABUELA.-Cambió en los meses que estuvo en la checa; allí lo martirizaron; cuando volvió casi no le reconocimos. Pero Juan había sido más desgraciado que él, por eso yo comprendo más a Juan. Me necesita más Juan. Y esta niña también me necesita. Si no fuera por mí, ¿dónde estaría su reputación?
GLORIA.-Román había cambiado antes. En el momento mismo que entramos en Barcelona en aquel coche oficial. ¿Tú sabes que Román tenía un cargo importante con los rojos? Pero era un espía, una persona baja y ruin que vendía a los que le favorecieron. Sea por lo que sea, el espionaje es de cobardes…
ABUELA.-¿Cobardes? Niña, en mi casa no hay cobardes… Román es bueno y valiente y exponía su vida por mí, porque yo no quería que estuviera con aquella gente. Cuando era pequeño…