Comienza 2019 y es bastante común que, con un nuevo ciclo, tras el verano o el nuevo año, los seres humanos nos planteemos nuevos retos que mejoren nuestra vida. La felicidad, en realidad, no es un conjunto de cosas materiales, sino la conciencia de que estamos haciendo lo que deseamos; es decir, de que estamos en el camino correcto para nuestra mejora personal.
Y, seguramente, para muchas personas que ahora mismo nos están leyendo, ese camino puede ser el de opositar. Ya orientábamos en una de nuestras últimas entradas del año acerca de si era buena idea o no preparar ahora mismo las oposiciones de enseñanza. Hoy vamos a incidir en este mismo tema desde otra perspectiva: ¿cómo serán las oposiciones de 2019 y 2020? Se trata de una pregunta pertinente cuando de lo que se trata es de invertir enormes recursos materiales y espirituales en una empresa decisiva. Y no solo es una pregunta normal, sino que es lo más prudente, porque tomar la decisión de seguir el duro camino del estudio solo debe hacerse tras sopesar serenamente cuál es el escenario al que nos enfrentaremos y cuáles son las posibilidades que tenemos de llegar a buen puerto en la travesía.
Obviamente, no podemos dar una respuesta definitiva, pues hablamos de futuribles que dependen, en última medida, de los políticos, que son nuestros jefes y que generalmente toman sus decisiones finales en función de sus propios intereses partidistas, confundiendo nación con partido. Además, no tenemos una bola de cristal, por lo que trataremos de afinar lo máximo posible, habida cuenta de los datos de los que actualmente disponemos. Sin embargo, como ya pronosticamos hace tiempo, lo más seguro es que el Gobierno y las fuerzas que lo apoyan alarguen la legislatura al máximo (diciembre de 2020), ya que ahora mismo están en el poder y eso es seguro, mientras que unas elecciones podrían desalojarles del mismo. Hechas estas necesarias salvedades, pasaremos a hacer nuestro somero análisis.
Cuatro rasgos de las próximas oposiciones
La oferta de plazas será masiva
Lo primero que hay que señalar es que las oposiciones de 2019 y 2020 serán masivas. Esto, ya anunciado por el Gobierno Rajoy, se sigue manteniendo con el Gobierno Sánchez, por lo que, en este sentido, la oferta de plazas será una de las más generosas de la historia, quizá solo por detrás de las que se realizaron en los cursos 2008 y 2010. Hay que recordar que una directiva europea exige a España bajar su tasa de interinos, por lo que, gobierne quien gobierne, la oferta de plazas ha de ser masiva. Tan solo una caída en picado de la economía, una amonestación presupuestaria de la Unión Europea o un aumento brusco de la prima de riesgo podrían poner en peligro estas convocatorias y estas tres posibilidades parecen, hoy por hoy, afortunadamente remotas. Esto quiere decir que la ratio entre opositores y plazas será de las más favorables habidas nunca. En especialidades como Lengua castellana y literatura o Geografía e Historia habrá centenares de plazas, lo que puede incluso llevar a que haya más de diez plazas por tribunal.
Se mantendrá el temario de oposiciones actual
Otro de los rasgos de estas oposiciones será el sistema de acceso que, muy presumiblemente y dada la inestabilidad política, será el mismo que en 2017 y 2018. Es decir, se mantendrán temario y sistema de acceso. Las razones que nos impulsan a este análisis son variadas. Hay que tener en cuenta, en primer lugar, que este sistema está satisfaciendo los objetivos del Gobierno, pues el 76% de los aprobados en los dos años anteriores eran interinos y solo el 24% eran libres. Es decir, el problema con la Unión Europea se va solucionando. Por otro lado, el Gobierno PSOE es muy débil e inestable, por lo que es muy difícil que encare en estas condiciones una reforma a fondo del sistema. Por otro lado, las fuerzas más tendentes al cambio de sistema de acceso (Ciudadanos y PP) están en la oposición y aunque alcanzaran el poder antes de 2020, no tendrían tiempo material de reformar el sistema antes de marzo de 2020, fecha para la que se convocarían las oposiciones. Finalmente, los sindicatos apuestan por este continuismo y han pedido que hasta 2020 no se modifiquen los temarios. Por todas estas razones, nosotros también apostamos por el continuismo.
Existen enormes posibilidades de obtener plaza con una buena preparación
El tercer rasgo de las oposiciones es la posibilidad que tiene un opositor de alcanzar la plaza. Y en este sentido, las perspectivas son claras. En las próximas oposiciones los interinos partirán con ventaja, como siempre ha ocurrido desde la restauración de la democracia, pero esta ventaja será relativa. Nos explicaremos: en gran parte de las comunidades, en las pasadas oposiciones no superaron el primer ejercicio ni siquiera un 15% de los opositores y, de hecho, en muchas especialidades quedaron plazas desiertas y en otras todos los opositores que aprobaron los ejercicios obtuvieron plaza. Esa es también la perspectiva para 2019 y 2020: si no se cambia ni una coma del sistema de acceso, quienes aprueben todos los ejercicios tendrán una gran probabilidad de obtener plaza. Es probable, en este sentido, que los sindicatos intenten que se elimine la prueba práctica, pero en la actualidad no hay presiones muy fuertes en este sentido y, como decíamos antes, este sistema ya está haciendo que entre los aprobados el 76% sean interinos.
Se mantendrán las desigualdades lingüísticas
El último rasgo de las próximas oposiciones será probablemente negativo: el fortalecimiento de las desigualdades lingüísticas. Todas las comunidades bilingües, dominadas por fuerzas separatistas, van a perpetuar o profundizar en las barreras que impiden que las personas que solo dominen la lengua común, el español, puedan presentarse allí. Ya ha dado una nueva muestra en este sentido Cataluña, pues en las oposiciones de 2019 se comenzará por la exposición oral de la programación, un elemento que dará mayor subjetividad al proceso y que permitirá a los tribunales distinguir antes de realizar el tema y el ejercicio práctico (que son las verdaderas muestras del dominio de los conocimientos del opositor) con qué acento se pronuncia el catalán por parte del opositor, lo que puede ser negativo para los opositores valencianos o baleares en un ambiente político muy crispado. Hay que tener en cuenta que esto hará que el proceso sea mucho más largo y caro, pues todos los opositores comenzarán por realizar la exposición oral, que es una prueba individual. ¿Por qué hacer esto? Por ahorrar seguro que no es.
Un mensaje de optimismo: la plaza está a tu alcance
Como síntesis, podemos señalar lo siguiente: para una persona que quiera preparar las oposiciones, 2020 puede ser una gran oportunidad. Hay tiempo suficiente para preparar concienzudamente la prueba y gracias a la presencia de los comentarios, superar la primera fase supone estar muy cerca del objetivo final, ya que muchísimas personas encallan aquí. Se trata por tanto de estudiar y prepararse a conciencia sin perder tiempo. Como decimos siempre, esta oposición la aprueba todo el mundo que persiste. La oposición es una larga travesía y cuanto antes la comencemos, antes estaremos en condiciones de alcanzar nuestro puerto de llegada: la plaza. Hay muchas personas que empiezan a preparar las oposiciones con dos años de antelación. Esta postura es la más inteligente y coherente: no dejar pasar ni un solo día sin avanzar hacia la meta. Desde Opohispania tenemos respuesta a todas las necesidades que se le puedan plantear al opositor, ya que no comenzamos los cursos en una fecha concreta. Y estaremos encantados de atender tus necesidades.