¿Por dónde empezar a estudiar las oposiciones de Lengua?

¿Por dónde empezar a estudiar las oposiciones de Lengua?

¿Qué va a ocurrir en las oposiciones en los próximos tres años?

Ya comienzan a conocerse las convocatorias de 2017 y están respondiendo a las expectativas planteadas tras las decisiones del Ministerio de Economía que ya comentamos en una entrada anterior: hay miles de plazas. Esto es fantástico porque quiere decir que, salvo hecatombe económica, en los próximos años va a haber miles de plazas. Esto es bueno, porque quiere decir que incluso sin tener puntos por antigüedad como interinos, se podrá acceder al sistema. Yo recuerdo que tanto en 2008 como en 2010 muchas personas preparadas por mí obtuvieron la plaza a la primera (y una parte incluso no había estudiado Filología Hispánica).

¿Qué hacer?

Como siempre decimos, en las oposiciones hay una cosa fundamental: prepararse lo máximo posible para poder competir con nuestros adversarios. Las oposiciones son una larga travesía y cuanto antes salgamos a navegar, antes llegaremos. Luego habrá tormentas, temporales, ausencia de viento y mil avatares. Precisamente por eso, el que sale el primero, parte con ventaja. La idea, por tanto, es prepararse desde ya. Por eso en Opolengua ya tenemos preparados nuestros tres nuevos cursos para el curso que viene: nuestro Curso Total a un año y nuestro Curso Opolengua 1 y 2, que pueden cursarse en dos años o entenderse como una gigantesca base de recursos para preparar las oposiciones.

¿Por dónde empezar?

Lo primero es enterarnos de qué es lo que se nos va a pedir en el examen. Para ello podemos ver el siguiente video que hemos preparado en Opohispania.

El Real Decreto de Acceso Oophispania from Opohispania on Vimeo.

Una vez comprendido el sistema de acceso, es importante mirar de qué recursos disponemos. Los más importantes son los siguientes:

Los recursos humanos

¿Contamos con alguien que nos pueda ayudar y resolver dudas cuando lo necesitemos? ¿Amigos, familiares, preparadores? Es hora de evaluarlos. ¿Son buenos guías? ¿Tienen experiencia y capacidad? ¿Saben de lo que hablan? ¿Dispondré de ellos en cada momento? Yo por ejemplo no recurrí a un preparador porque un amigo mío. Jesús Felipe Martinez Sánchez (catedrático de Lengua), se brindó a ayudarme. Cada dos o tres semanas, iba por su casa y le leía algún comentario y algún tema. Para la programación me dio un modelo que él mismo había hecho para sus oposiciones a catedrático y que me vino muy bien. Pero si no contamos con un amigo o familiar así y no tenemos dinero para costear un preparador, no hay que desesperar, porque podemos acudir a los foros de Internet y más singularmente a los grupos. de Facebook, aunque ojo, no creamos todo lo que ahí leamos y vayamos con los ojos abiertos porque en esas plazas públicas hay a veces personas amargadas, que servirán más para desanimarnos que para ayudarnos. Pero hay también muchísima información valiosa que nos puede servir.

El tiempo

¿De cuánto tiempo disponemos? Una oposición exige un horario más o menos estricto de estudio y requiere de un tiempo. ¿De cuántas horas podemos disponer? Hay gente que se plantea que sin quince o veinte horas semanales es imposible plantearse el estudio. Eso es incorrecto en mi opinión. Es mejor dedicar de veinte horas para arriba, pero no hay que olvidar nunca que es mucho mejor plantearse las horas anualmente. Para encarar la  oposición de Lengua con garantías podemos invertir unas tres o cuatro mil horas de estudio de calidad y eso se puede conseguir en un año, dos o cinco. Así que hay que adaptarse a las circunstancias y mirar hacia delante.

La moral

¿Tenemos la pasta que debe tener un opositor? ¿Tenemos capacidad de sacrificio, constancia, afán de superación? ¿Somos capaces de sacar fuerzas de flaqueza en los momentos malos? ¿Somos resistentes a la frustración? Todo esto es lo que nos va a exigir la oposición. No hay que asustarse, porque algunas de estas cosas las conseguiremos con el tiempo y con nuestra fe, pero hay que saber dónde nos metemos.

Y sobre todo, ¿tenemos la ilusión de formar parte del futuro de la nación y de nuestra vida como enseñantes? ¿sentimos entusiasmo por enseñar?  Si es así, entonces tenemos que

Evaluar nuestro nivel

¿Cómo estamos de conocimientos? ¿Tenemos la carrera de Hispánicass? ¿Tenemos apuntes de clase de lo que echar mano? ¿Que obras hemos leído? Hay que tener en cuenta que todo aquello que sepa de forma normal un profesor de secundaria se nos va a exigir y que además ese debe ser el nivel también de los interinos. Debemos dominar las obras literarias de las que se habla en los libros de texto de ESO y Bachillerato. Y si no las llevamos leídas de la carrera, habrá que hacerlo ahora.

Conseguir un temario

Aquí como siempre digo lo mejor es hacerse un temario realista y personal. Eso nos llevará miles de horas, pero es lo mejor. ¿Cómo hacerlo? Podemos partir de un temario de academia como referente para luego mejorarlo. En todo caso, una cosa es fundamental: más importante que el temario es cómo redactemos. La expresión es fundamental.

Buscar modelos de programación y comentarios

Y para finalizar, debemos también buscarnos modelos de programación y de comentarios. También podemos echar mano en la Red de ellos,  aunque siempre con las consabidas prevenciones porque hay muchas cosas colgadas que no valen nada.

Y ese es el inicio de este artículo, que creo que seguiremos más adelante en otras ocasiones porque el tema es importante y para muchas personas, crucial, pues una parte de su vida se decide aquí. Si alguien quiere contactar conmigo para que le ayude a solventar dudas, no tiene más que escribirme al correo de contacto.

¡Saludos y ánimo!